AYUSO, la “Rodolfo Chikilicuatre” de la política

Las elecciones no las ganó la derecha ni las perdió la izquierda. Ganó el espíritu latente de Rodolfo Chikilicuatre en la sociedad madrileña. ¡¡ El cachondeo manda en Madrid !!
Ayuso, reina de las Tabernas de Madrid, tomándose una birra “a la madrileña” con Pablo Casado

“Rodolfo Chikilicuatre”, con su televisiva ‘Baila el chikichiki’, fue elegido por los espectadores de TVE para representar a España en el Festival de Eurovisión 2008, en una gala que tuvo lugar el 24 de mayo de ese mismo año en Belgrado (Serbia). Todos los españoles que le votaron sabían que no valía para nada, pero lo hicieron porque el cachondeo es lo primero.

700.000 FAMILIAS QUE VIVEN DE LA HOSTELERÍA, A UNA MEDIA DE 3/4 MIEMBROS CADA UNA, Y SUS CLIENTES, DAN LA VICTORIA AL PP EN LAS ELECCIONES DE LA CAM

El propio Chikilicuatre señaló en el programa que el resultado de las votaciones demuestra que “España tiene sentido del humor y le gusta pasárselo bien”. Era uno de los personajes del programa de Andreu Buenafuente en La Sexta, y se presentaba con una estética a lo Elvis Presley, exagerado tupé y patillas, en perfecta combinación con gafas tamaño XL y miniguitarra de juguete. La sociedad española estimó que era más importante la diversión que el buen hacer de un artista talentoso.

Rodolfo Chikilicuatre fue elegido para representar a España en el Festival de Eurovisión con su temazo “Baila el chikichiki”

Difícil rival tenía la izquierda madrileña en unas elecciones que extrapolamos de aquella votación para elegir a nuestro representante en Eurovisión, porque esta vez la izquierda no se enfrentó a la derecha sino a 700.000 familias de la hostelería multiplicadas por 3 o 4 miembros cada una, más sus clientes, que en una comunidad de 5 millones de habitantes, marcaron un listón imposible de superar. ¿Cómo la presidenta de la CAM se convirtió en la reina de las tabernas y por qué los discursos disciplinarios de la izquierda no funcionan tras un año de pandemia y hastío? Madrid es la única autonomía que no ha dado ayudas directas a la hostelería, pero sin embargo Isabel Díaz Ayuso es la reina de las tabernas. Madrid ha pasado del “si vas de fiesta, acabarás en el tanatorio” al “tomarte una caña a la Madrileña y sin encontrarte a tu ex, mola mazo”. ¿Contradicciones? Haberlas haylas…

En Madrid da igual cargarte a miles de abuelos o llamarte Adolf Hitler y provocar el Holocausto… si abres los bares, molas mazo…

Ayuso reconoce sin querer su responsabilidad de las muertes en las residencias.
Sabedores de que a los Madrileños lo que les importa es beber cerveza, finalmente la CAM no tuvo problemas en reconocer su responsabilidad en la muerte de miles de ancianos

Madrid ha mantenido abiertos más horas los locales, mientras otras autonomías (incluso del PP) decretaban cierres totales, parciales (interiores) u horarios más estrictos (cierres a las 16:30 o a las 18:00). Pero lo importante aquí no son los números, sino el mensaje a una sociedad que valora más su diversión que la responsabilidad de cuidar y salvar vidas. El mensaje de Ayuso autoproclamándose gurú de los bares y el de la oposición dándole la razón al echarle en cara el “turismo de borrachera”.

Las críticas centradas en el ocio y el miedo al coronavirus, salen casi por inercia ya que fue el discurso de la sociedsd dominante en 2020. Pero, tras un año de covid, la gente empieza a dar muestras de hastío: el catastrofismo y los discursos moralistas y disciplinarios no calan tanto, y epidemiólogos que en 2020 fueron referencia por su látigo confinatorio, en 2021 son memes por cenizos y alarmistas… divertidos... La gente, en definitiva, está deseando salir de fiesta y que le dejen de reñir. Eso no significa necesariamente no cumplir las normas anticovid (al menos según ellos), sino que el humor de la opinión pública ya no es tan sombrío y temeroso como el año pasado y hemos pasado a normalizar la muerte.

En noviembre, la Comunidad de Madrid lanzó la siguiente campaña: “Si vas de fiesta, la próxima estación puede ser el tanatorio”. “¿A quién tumba esta ronda de chupitos? A tu abuelo”. Fue criticada por moralista y por poner el foco en la responsabilidad individual.

Ahora Ayuso ha sacado un ‘spot’ pro-hostelería que identifica su Madrid con beber cañas y pasarlo bien. Pablo Iglesias le respondió con un tuit en el que asociaba jóvenes de farra con ingresos hospitalarios

Un tuit muy 2020. Muy: pasarlo bien está mal, dejando todo el carril lúdico libre para Ayuso.

Mientras todo eso ocurre en Madrid, en Francia es la izquierda (Mélenchon) quien reclama suavizar los toques de queda o la gente empezará a chiflar. Es decir: estamos ante un tema que va más allá de las ideologías y los juegos políticos de cada país. Va de electoralismo puro y duro ante una sociedad irresponsable.

Carne de meme

La batalla electoral de Madrid se ha jugado en un nuevo contexto. Algunos pensadores (poco sospechosos de ayusismo) ya vaticinaron que la izquierda se estaba equivocando al convertir a Ayuso en la reina del terraceo justo cuando la gente está por el terraceo y la socialización tras un año en la cueva mental.

La mayoría de la gente no tiene dudas de que el virus existe, pero empieza a pensar que hay desproporción entre los sacrificios y la gravedad de la pandemia y normalizan las cifras de fallecidos como las de cualquier otra enfermedad.

Edu Bayón: Ayuso ha establecido el marco de campaña en su “comunismo o libertad”. No es solo que se haya apropiado del concepto de libertad, es que en esa falsa dicotomía la izquierda es presentada como los represores que implementan las restricciones. Lo que está buscando Ayuso es ofrecer una realidad conocida y añorada, esa que se intenta parecer a la antigua normalidad. En este sentido, el papel de los bares, en particular, es determinante para recordar al votante esa vida social que tenía y quiere recuperar, basada en la alegría y también, en parte, en la identidad de un Madrid que socializa en la calle. El fallo viene porque ha caído en el marco y el escenario diseñado por Ayuso. No han sido capaces hasta ahora de cambiarlo. Han entrado a rebatirlo, además, con cuestiones morales, con la mala gestión del Gobierno autonómico o con los graves datos de la pandemia que presenta la región. Aunque tengan razón, esto choca con una cuestión emocional como la que Ayuso está desplegando. Se suma a que la izquierda no está siendo capaz de ofrecer un horizonte ilusionante al votante.

LA PRUEBA IRREFUTABLE

Hasta en los barrios más obreros ha ganado la derecha y no porque sus vecinos hayan cambiado de chaqueta, sino porque a los hosteleros no les ha quedado más remedio, y porque para los Madrileños, vivir en la calle y tomar copas es más importante que vivir en sí.

UrbanMadridNews@gmail.com

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