
Una cibernauta ha denunciado en su cuenta de Twitter, el acoso sexual que sufrió cuando realizaba un desplazamiento urbano a través de la aplicación Cabify, por parte del conductor encargado de transportarla. El hecho fue juzgado y el juez le dio la razón a la mujer.

En el mismo hilo de Twitter, la víctima se queja también de la falta de comunicación con la compañía, quienes fueron “muy amables” al principio, pero no volvió a saber más de ellos
La mujer ganó el juicio pero las circunstancias le obligaron a cambiar de residencia.
La víctima padece depresión desde entonces pero Cabify presuntamente se lava las manos

Lo cierto es que por desgracia son varias las situaciones de acoso sexual que se han vivido a bordo tanto de Cabify como de Uber, y que además ambas apps quedas exoneradas de cualquier tipo de responsabilidad tal y como firman sus usuarios en sus condiciones durante la instalación de la app.


Las largas jornadas laborales de los vtc, explotados laboralmente trabajando 12 horas diarias, 6 días a la semana por el sueldo mínimo, y la ausencia de trabajo en tiempos de Covid, fomentan que los más irresponsables y por qué no decirlo… DEPRAVADOS… maten el tiempo de su jornada de esclavitud haciendo “lo que má les gusta”… Pero lo peor es que no saben distinguir cuando están en su “descanso”, y cuando trabajando, con clientes, conduciendo, y continúan leyendo y pendientes de sus vicios, poniendo en peligro vidas humanas.

Realmente es una situación aún más grave de lo que en un principio pudiera parecer, ya que la mayoría de estos vehículos no se encuentran además debidamente asegurados. La mayoría son vehículos de renting, que estafan al seguro y contraran servicios de alquiler SIN conductor, tratándose en realidad de vehículos profesionales que prestan servicio 24 horas y obviamente CON conductor.

Esto es debido al alto índice de siniestralidad de las vtc, lo que provoca el rechazo de muchas compañías aseguradoras. Pero la situación se traduce en una indefensión total y absoluta en caso de accidente o incluso de tener algún problema con el conductor. (Conductor que según el seguro no existe porque figura como un vehículo de alquiler sin conductor) La contratación de estos seguros además es mucho más cara, pues como en el caso de los taxistas estos tienen un seguro de responsabilidad civil de 50 millones de euros y que te cubre no solo lo que pudiera ocurrir en un accidente, sino cualquier incidencia con el propio conductor, mientras en la vtc no te cubre el seguro (que ha sido estafado) y la app se exonera de cualquier tipo de responsabilidad.
Hace unos meses, un vecino de Madrid captó y grabó desde su terraza, a un conductor de Cabify, masturbándose debajo de su casa, y lo subió a las redes sociales. Los taxistas parodiaron la escena
Entendiendo que en todas las familias hay una oveja negra, lo cierto es que estas escenas de acoso sexual, se repiten con más asiduidad de lo que nos gustaría, desconocemos si motivado por la suma de las largas jornadas laborales que sufren sus chóferes que se ven en la imperiosa necesidad de “matar el tiempo” como más les gusta.
Hace un tiempo también pudimos ver en Twitter y televisión, a una usuaria de Cabify, denunciando cómo su conductor la acosó e incluso se sacó el pene delante de ella, durante la prestación del servicio. Lo más llamativo fue la respuesta de Cabify, que ante una situación de acoso sexual, su propuesta para solucionar la incidencia, fue un descuento del 15% en el siguiente viaje de la víctima (siempre que no sobrepasase los 50 €).
La conocida YouTuber Celia Dail, también denunció una situación muy similar en su exitoso canal de YouTube
Desde UrbanMadrid.news instamos a las autoridades a revisar los seguros de estos vehículos que dejan totalmente indefendidos a sus usuarios al encontrarse en una situación claramente ILEGAL.


