
MEDALLA DE HONOR PARA ANA BOTELLA
La exalcaldesa de Madrid Ana Botella, cuyo hecho más destacado de su paso por la políticas fue la venta de 1.860 viviendas de protección oficial al grupo societario Fidere, propiedad del fondo buitre estadounidense Blackstone, ha sido galardonada por el actual Ayto. De Martínez Almeida, con la medalla de honor de la ciudad. Una operación realizada en 2013 por la que el Consistorio Madrileño perdió, según el Tribunal de Cuentas, 25,8 millones de euros, al realizarse la venta por debajo del precio de mercado. El Tribunal de Cuentas condenó a Botella y su equipo a pagar 23 millones de euros por su responsabilidad patrimonial en esta operación, pero poco después anuló la condena gracias a los votos de dos consejeros de este mismo tribunal elegidos a propuesta del PP.

Las consecuencias de la venta
“La decisión del Supremo es bochornosa y hace muy difícil confiar en la justicia”, lamenta Mejía, una de las afectadas por esta venta. Ella reside en una de las viviendas públicas que se vendieron a Fidere, lo que conllevó un aumento drástico del precio del alquiler para la mayoría de los inquilinos. Tanto Mejías como otros beneficiarios de estos alquileres sociales se enteraron de la venta por sus propios medios, pocos meses antes de que vencieran sus contratos. Los nuevos caseros solo ofrecieron a los inquilinos nuevos contratos con aumentos del alquiler de entre el 43% y el 80%, por lo que muchos abandonaron las viviendas, otros no tuvieron más remedio que acetar las subidas y otros decidieron dar esta interminable batalla judicial.
MEDALLA DE PLATA PARA EL TAXISTA JUBILADO MATÍAS MARTÍNEZ

¿Compartirías tus ahorros de toda una vida con las personas que están pasando dificultades? Si le preguntas a Matías, al que llaman el taxista solidario en Madrid, seguro que te dice que sí.
La crisis del coronavirus sigue haciendo estragos, pero nos ha dejado algo positivo y es la ola de solidaridad que se ha desatado por todo el mundo. Muchas personas buscan la manera de aportar de la manera que sea y de ayudar a los que peor lo están pasando. Cada uno con sus habilidades, cada uno con sus recursos, pero todos ellos con su corazón. ¿Conoces la historia de Matías, el taxista solidario?
“El taxista solidario”
Con 80 años, uniforme azul que incluye hasta una gorra y una larguísima barba blanca, este taxista ya jubilado es conocido en Madrid como “el taxista solidario”. Un título honorífico bien merecido por sus gestos solidarios durante la crisis del coronavirus. Se llama Matías Martínez y queremos contarte cómo este hombre sorprende no solo por su estilo, sino también por su solidaridad.
Matías tiene la vida resuelta en el aspecto económico, vive con su mujer y con sus pensiones les llega para todo lo que necesitan. Y sus hijas, ya adultas, no necesitan más ayuda de sus padres. Así que este jubilado que pasó unos 40 años al volante de un taxi decidió que era el momento de ayudar a los que más lo necesitan. En el momento en que se declaró la emergencia sanitaria, se puso de nuevo en marcha.
En Madrid conocen bien a Matías porque ha repartido más de 25.000 mascarillas, sobre todo entre el gremio de los taxistas. Pero también se le ha visto frecuentemente en el Paseo del Prado donde estaban acampados muchos sin techo. Allí iba casi cada día a llevarles comida y mucho más. Porque entre todas aquellas personas necesitadas se encontraba una familia en la que Matías se volcó.
Se trata de un matrimonio con un hijo de 45 años que sufre una minusvalía. Al conocer su delicada situación, Matías no dudó en tirar de sus ahorros y compartirlos con ellos para que pudieran poner un negocio en Leganés. No se trata de caridad puntual, sino de la verdadera solidaridad que consiste en proporcionar oportunidades a las personas que no tienen nada.
Las comparaciones son odiosas pero no creo que sea necesario explicar la curiosa vara de medir del Partido Popular. Sobran las palabras.

