Putin No es Comunista

Jair Bolsonaro estrechando la mano al presidente ruso Vladimir Putin

Es habitual, e incluso lógico, asociar al líder ruso con el comunismo de la extinta unión Soviética, sin darnos cuenta de que estaríamos completamente equivocados.

Putin afirma que el socialismo “lleva a la economía a un callejón sin salida

“El cambio profundo que atravesó la sociedad es tal que la restauración del socialismo en Rusia es imposible. Es posible instaurar cierto elementos, pero siempre implican que los gastos superan a los ingresos y eso lleva a un callejón sin salida en la economía”, expresó en una conferencia de prensa.

Putin criticó duramente al carismático e icónico líder comunista, Lenin

De hecho el presidente ruso ha recibido duras críticas por parte de los comunistas rusos. Un miembro del Partido Comunista de Rusia dijo que “la historia no perdonará” al presidente de ese país, Vladimir Putin, luego de que el mandatario ruso se atreviera a criticar a Vladimir Illich Lenin.

De hecho, Putin incluso acusó al icónico líder comunista, Lenin, de haber puesto en riesgo la estabilidad del Estado por darle el mismo rango jurídico a todas las repúblicas soviéticas. “Eso fue como plantar una bomba de tiempo”, se quejó Putin.

El mandatario también criticó la represión que acompañó el nacimiento del estado soviético, así como la decisión de Lenin de mandar a ejecutar al último zar.

Un informe de la Eurocámara acusa a partidos de extrema derecha europeos de estar al servicio de Putin

El informe sobre interferencias extranjeras y desinformación adoptado por el comité especial de la Eurocámara, tras 18 meses de trabajo y 50 audiencias en las que han entrevistado a más de 130 expertos, alerta de la amenaza que representan los regímenes autocráticos extranjeros, en particular Rusia y China, y la falta de medidas a nivel europeo para impedir que actores maliciosos tomen el control de infraestructuras críticas, lancen ciberataques, recluten a antiguos políticos de alto nivel y polaricen el debate público. Una estrategia en la que también participan partidos políticos de extrema derecha europeosa quienes acusan de estar al servicio del presidente ruso Vladimir Putin.

El documento, que ha recibido 25 votos a favor, 8 en contra y 1 abstención y que se votará en la sesión plenaria de mayo, pone como ejemplo los acuerdos de cooperación firmados por partidos como el austríaco FPÖ, el francés Reagrupamiento Nacional o la Lega italiana con la formación ‘Rusia Unida’ de Putin así como los “estrechos contactos que el alemán AFD, el Fidesz y el Jobbik de Hungría o el Partido del Brexit mantienen con el Kremlin. Varias de estas últimas formaciones, por ejemplo, han enviado voluntarios como “observadores electorales a las elecciones controladas por Moscú en Donetsk y Lugansk, en este de ucrania, legitimando de esta forma un proceso electoral condenado por la UE.

“Durante las audiencias identificamos diferentes episodios de recientes esfuerzos de interferencia de terceros países actores no estatales. Resulta especialmente chocante lo mucho que la extrema derecha de toda Europa está al servicio de la Rusia de Vladimir Putin, ha alertado con preocupación el eurodiputado socialista Andreas Schieder quien reconoce que “la situación es peor de lo que pensábamos inicialmente y que “Rusia, China y otros estados autoritarios están tratando de debilitar las democracias europeas desde dentro” utilizando para ello a partidos políticos europeos, redes sociales e incluso a ex políticos europeos contratados para diversas causas. 

El informe, que recibió 1.210 enmiendas que se han resumido en 195 compromisos, cita como ejemplo al ex canciller alemán Gerhard Schröder y al ex primer ministro de Finlandia, Paavo Lipponen, que fueron contratados por Gazprom, el monopolio de gas ruso, para acelerar el proceso de autorización de los gasoductos Nord Stream 1 y 2, al ex ministro de exteriores austríaco Karin Kneissl, contratado por la petrolera rusa Rosneft, así como al ex primer ministro francés Jean Pierre Raffarin, defensor de los intereses de China en Francia, entre otros. Los eurodiputados también ven preocupante el papel de Hungría y Serbia ayudando a China y Rusia a conseguir sus objetivos geopolíticos.


Lazos con el secesionismo catalán
A instancias del PP, y con el apoyo de Ciudadanos, el informe también reclama una “investigación en profundidad sobre los contactos estrechos y regulares entre “funcionarios rusos y representantes de un grupo de secesionistas catalanes en España así como sobre la relación entre el mayor donante privado para la campaña del ‘Brexit leave’. Según los eurodiputados ambos ejemplos “forman parte de la estrategia más amplia de Rusia para aprovechar todas y cada una de las oportunidades para manipular los discursos con el fin de promover la desestabilización en la UE.

Entre las recomendaciones de los eurodiputados para luchar contra este tipo de amenazas y sensibilizar a la opinión pública sugieren campañas de información, crear un régimen de sanciones contra la desinformación, reglas más estrictas para las plataformas sociales, más apoyo a los medios para garantizar un mayor pluralismo y verificadores de datos, considerar las infraestructuras electorales como entidades críticas, mejorar la ciberseguridad para evitar aplicaciones espía como Pegasus y clarificar las relaciones inapropiadas entre algunos partidos políticos europeos y Rusia.

Este libro propone una revisión y una interpretación de lo ocurrido desde la disolución de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas a fines de 1991, lo que marcó a su vez la emergencia de la Federación Rusa como Estado independiente. El recorrido llega hasta la actualidad, marcada por el liderazgo de Vladimir Putin. Durante esos veinte años Rusia pasó de ser el nuevo “enfermo” de Europa bajo el gobierno de Boris Yeltsin –agobiado por una serie de transformaciones que se saldaron con un altísimo costo social y la consolidación de una oligarquía con un enorme peso económico y político– a una situación en la que la favorable colocación en los mercados internaciones de sus enormes recursos energéticos creó las condiciones para una recuperación del poder del Estado. Jorge Saborido argumenta en defensa de una explicación fuerte: a pesar de los innumerables defectos del régimen, el hundimiento de la Unión Soviética y el fin del “socialismo real” en manera alguna eran acontecimientos inevitables sino que, por el contrario, fueron el resultado de una “revolución desde arriba”, impulsada por una figura carismática como Yeltsin, acompañado de un sector de la dirigencia soviética.

UrbanMadridNews@gmail.com

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: